Ante la dinámica de pérdida de dólares en la que se encuentra el Banco Central (BCRA) y las perspectivas negativas para este año, el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional trabajan en un “consenso” para flexibilizar las metas trimestrales y anual de 2023 -que estaban lejos de ser cumplidas- por el impacto previsto en la sequía y el de la guerra en Ucrania.
Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron que la información se oficializaría el próximo lunes cuando el Fondo emita un comunicado en el que dará por cumplidas las metas del cuarto trimestre del acuerdo de facilidades extendidas con la Argentina y el análisis prospectivo que realiza sobre el primer trimestre del año. Las mismas fuentes no quisieron precisar las nuevas metas, pero aseguraron que no cambiarán los objetivos fiscales ni los de política monetaria.
Por otra parte, indicaron que no será necesario un waiver (un perdón) ante el directorio del Fondo (que se reunirá el 22 de marzo para dar el visto a la revisión actual) y además se estimó que las nuevas metas tendrán un “ajustador” vinculado al nivel de las exportaciones argentinas. En caso de que mejoren, las metas de reservas serán más desafiantes.
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