Los niños menonitas van a la escuela que hay en cada campo, desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde. Sólo cursan la primaria y después empiezan a trabajar, si son varones. O a hacer las cosas de la casa, si son mujeres. “Cocinan, limpian y confeccionan la ropa. No tienen un sueldo. Están para la casa y las compras”, apunta Cornelio. En la cabeza, debajo del pañuelo, llevan trenzas que se hacen los miércoles y los domingos.