Los bomberos de Cataluña y Aragón han conseguido estabilizar este domingo el incendio que quema desde ayer sábado por la tarde entre las localidades de La Granja d’Escarp y Maials, en Lleida, y Mequinenza, en Zaragoza, y que ha quemado unas 460 hectáreas, de las cuales 138,67 se encuentran Cataluña: de éstas, 12 son de terrenos agrícolas y el resto, zonas forestales.
Los Bomberos de la Generalitat han dado por controlado el fuego hacia las 20:00 h, y a lo largo de este domingo por la noche y de la madrugada del lunes seguirán revisando el perímetro afectado con seis dotaciones terrestres, y con ocho por la mañana.
El origen, junto a un transformador eléctrico
Los alcaldes de La Granja d’Escarp y de Maials, Manuel Solè y David Masot, respectivamente, han explicado a TV3 que el incendio comenzó en un transformador eléctrico de Mequinenza y han recordado que, hace 20 años, otro gran incendio forestal en la zona también tuvo como origen la línea eléctrica.
Ambos ediles han coincidido en reclamar a la Administración que cree más cortafuegos para evitar grandes incendios y, a las compañías eléctricas, que solventen el problema que ocasionan “líneas muy cargadas y con falta de mantenimiento“, que según afirman, provocan “continuos microcortes” de suministro en la zona.
Por su parte, el jefe de los Bomberos de la Generalitat, David Borrell, ha advertido de que, si no llueve en el próximo mes, como solía ser habitual, este verano deberán afrontarse los incendios forestales que se declaren con una sequía acumulada “en una situación que se no había visto nunca“. Asimismo, ha explicado que el fuego entre Cataluña y Aragón ha ofrecido también fenómenos “extraños” para esta época del año, como un pirocúmulo o saltos de fuego a un kilómetro de distancia de frente. “No son propios” del mes de abril, ha destacado.
Preocupación en Portbou
Con el incendio de La Franja de Aragón estabilizado, los efectivos catalanes tienen aún otro por combatir: el que este domingo ha entrado desde Francia por los Pirineos hasta Portbou, en Girona, que ha obligado a desalojar a vecinos de este municipio y a cortar una carretera nacional y el tráfico ferroviario, y cuya extinción se complica debido al fuerte viento.
Los Mossos d’Esquadra han desalojado masías y pisos de Portbou y han cortado la carretera nacional N-260 que une España con Francia en los dos sentidos de la marcha. También está interrumpida la línea férrea que conecta con el país galo por este municipio fronterizo. En la zona trabajan 39 dotaciones terrestres y un helicóptero.
El fuego estaría cercando al núcleo del municipio por dos frentes, según ha explicado a EFE el concejal de Salud, Bienestar y Medio Ambiente de Portbou, Trino Martínez, quien ha señalado que una de las bocas de fuego es la que más preocupa, pues se encontraría a “unos dos kilómetros en línea recta” del centro del municipio. “Es un frente que está tras la montaña y que es de puro color negro, puras llamas. Pero aún queda opción, aún queda tiempo”, ha añadido.
Casi 800 hectáreas quemadas en la frontera francesa
Martínez ha dicho “confiar” en que con la ayuda extraordinaria de los bomberos franceses, que estarían ya desplazándose a la zona según la comunicación que mantienen entre municipios, será “posible” apagar el incendio antes de que llegue al núcleo habitado del pueblo. “El problema es la tramontana“, ha añadido.
En Francia, el fuego ha arrasado al menos 750 hectáreas, según la Prefectura, mientras que en Portbou ya ha devorado 40, según los Agentes Rurales de la Generalitat.
El delegado del Gobierno francés en los Pirineos Orientales, Rodrigue Furcy, ha detallado esta tarde que el fuego, en ese país, está “en vías de controlarse”, que “los tres cuartos” del incendio están “bajo control” y que ya no hay personas ni residencias en peligro.
Los Bomberos de la Generalitat, asimismo, luchan también esta tarde con 11 dotaciones terrestres y dos aviones en un incendio de vegetación en Artés (Barcelona), que ya ha sido estabilizado.