El ministerio de Interior del Gobierno español ha justificado la necesidad de los controles que la Guardia Civil llevó a cabo en la autopista AP-7 en la zona del Ebro de Cataluña, que dieron lugar días atrás a críticas por parte de los mandatarios secesionistas de la Generalitat. El Ejecutivo enmarca su existencia en la lucha de la Benemérita contra el tráfico de drogas.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, envió el pasado 14 de abril una carta al ministro Fernando Grande-Marlaska pidiendo explicaciones por tres controles viarios de la Guardia Civil en la AP-7 en la comarca de las Tierras del Ebro, alguno de ellos en Semana Santa. Según el Govern secesionista, éstos habían generado retenciones y un accidente de circulación.
Desmienten a la Generalitat
Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil consultadas por EFE lo han desmentido, asegurando que es falso que estos controles provocaran atascos o accidentes, ya que se trata de controles muy puntuales, de como máximo 20 minutos, y que se llevan a cabo de forma específica por temas vinculados a la lucha contra el tráfico de drogas.
De hecho, el accidente al que se refería la Generalitat de Cataluña en la carta del conseller Elena se produjo en un sitio en el que no había ningún control, según estas fuentes.
Por este motivo, el ministerio de Interior ha justificado los controles al tiempo que, según fuentes de este departamento consultadas por EFE, ha valorado muy positivamente la colaboración activa entre la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra en Cataluña, y además ha resaltado la “cooperación absoluta” del conseller Elena y su equipo con Marlaska.