El Ayuntamiento de Barcelona lleva a la Fiscalía de Delitos de Odio la actuación de los participantes en las protestas contra la ocupación de los edificios de La Ruina y El Kubo, en la Bonanova, el pasado jueves. La Oficina para la No Discriminación del consistorio de Ada Colau ha señalado que se produjeron “cánticos nazis, saludos fascistas y manifestaciones incitando al odio ideológico”.
En la denuncia, el Ayuntamiento expresa que en los días previos al incidente se realizaron convocatorias incitando al odio contra colectivos de ideología antagónica a la de los responsables de los altercados, como es el caso de los ocupantes de los edificios en cuestión y diferentes grupos antifascistas. Además, señala al responsable de la empresa Desokupa, Daniel Esteve, como uno de los convocantes de estas movilizaciones.
Dani Esteve, de Desokupa, con jóvenes de La Bonanova ayer / CG
Colau, contundente contra la extrema derecha
El gobierno municipal afirma en el documento que los hechos “no pueden estar amparados por el derecho de la libertad de expresión” y alega que estos “suponen un menosprecio hacia las personas de ideología de izquierdas, liberales, progresistas o de cualquiera que consideren antagónica”.
Este movimiento se suma a las declaraciones que la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, ha hecho recientemente en una entrevista concedida al periódico Nació Digital, en las que aseguraba que se habían alcanzado unos “límites no tolerables“. “No permitiremos que venga la extrema derecha a crear conflictos y a instaurar discursos de odio o hacer gritos fascistas en nuestras calles”, ha sentenciado la candidata a la reelección en Barcelona.
Casa okupada de la Bonanova / CRÓNICA GLOBAL
Gritos de “Sieg Heil”
“Se vivió una situación inaceptable que es que la extrema derecha haya traído a centenares de personas de todo el Estado con autobuses y coches para hacer una manifestación de odio, donde hemos visto gritos directamente nazis, incitando al odio y a la violencia con amenazas”, ha reiterado Colau.
La denuncia contempla un posible delito de odio, otro de incitación o provocación de desórdenes públicos con el agravante de discriminación ideológica y una posible infracción administrativa grave de la ley de memoria democrática, ya que durante las concentraciones se pudieron observar a varios manifestantes realizando saludos simpatizantes con el régimen de Adolf Hitler, como “Sieg Heil”.