Pacto de culpabilidad en el juicio por la narcotrama que salpicaba a Moritz, y que avanzó este medio. Un heredero de la familia Roerich, propietaria de la autodenominada cerveza de Barcelona, ha aceptado tres años de prisión por tráfico de drogas. Su madre, la empresaria Joaquina Laguna, esposa de uno de los accionistas mayoritarios, ha quedado absuelta.
Es lo que se ha acordado hoy en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona, donde se juzgaba un caso de tráfico de drogas que golpeaba a la cervecera con sede en Zaragoza pero que opera en Barcelona. En la segunda instancia judicial, Adrián Roerich, uno de los dos hijos de Jorge Roerich, uno de los dos accionistas mayoritarios del grupo de bebidas alcohólicas, ha admitido traficar con drogas, pactando una pena menor. A su vez, su madre, Laguna, que es la esposa de Roerich padre, ha salido exonerada del procedimiento.
Admiten el tráfico de drogas
Lo mollar es que Roerich hijo y Juan José Bermúdez, un amigo “de la infancia”, explican fuentes conocedoras, aceptan que armaron una trama de narcotráfico desde una vivienda situada en Órrius (Barcelona). Enviaron trece paquetes sospechosos de los cuales la Guardia Civil , avisada por la empresa de paquetería TNT, interceptó seis. Los envíos contenían marihuana, hachís y cocaína.
Adrián, investigado en la presunta ‘narcotrama’, con la Fábrica Moritz / FOTOMONTAJE CG
En paralelo, el instituto armado intervino el domicilio del heredero de Moritz y halló una plantación de marihuana de interior, un “pequeño cuarto” con unas 595 plantas de cannabis. La instalación estaba conectada ilegalmente a la red eléctrica: la luz estaba pinchada.
Pacto con Fiscalía
Por estos hechos, Fiscalía pedía cinco años de prisión y una multa para Roerich, Bermúdez y Laguna, toda vez que el grupo de restauración de la empresaria, Aramersa, operaba uno de los teléfonos móviles con los que se habían asociado parte de los pagos con los narcopaquetes. El juicio se había señalado para hoy en la Audiencia Provincial.
Pero no ha habido vista. Los abogados de los acusados han pactado penas de prisión atenuadas a cambio de reconocer los dos delitos: un tipo penal contra la salud pública y otro de fraude del fluido eléctrico. Por estas dos vulneraciones del Código Penal, Adrián Roerich ha aceptado una pena de tres años de prisión, una multa de 11.000 euros y una pena-multa de seis meses. Bermúdez, la misma. Joaquina Laguna ha salido absuelta.
Asimismo, se compensará a la eléctrica, Som Energia, por defraudarle 11.000 euros.
“Sin relación directa”
Fuentes cercanas al caso han recordado que Laguna, defendida por el famoso letrado Cristóbal Martell, letrado también de, por ejemplo, Dani Alves, “no tenía relación directa con la trama”. De hecho, la Guardia Civil no implicó a la esposa de Jorge Roerich y empresaria de restauración y hotelería en sus informes. La situó en el perímetro de la trama, pero Fiscalía la citó como investigada de motu proprio.
Hoy, Laguna ha salido absuelta. Eso sí, su hijo y su amigo han aceptado una condena de prisión por el doble delito. Ahora, la justicia debatirá si cumplen pena de cárcel o no –la llamada ejecución de sentencia–, pues los dos condenados han presentado informes psicológicos que demostrarían su precaria salud mental y hábitos de toxicomanía. Si entran en una penitenciaría, han recordado sus defensas, sería por “escaso tiempo”.
Golpe a la reputación de Moritz
Sea como fuere, al caso judicial que se zanja hoy ha supuesto un duro golpe a la reputación de Moritz, la espumosa que se presenta como la cerveza de Barcelona. No solo porque Adrián Roerich es hijo de uno de los accionistas mayoritarios, y Joaquina Laguna su esposa, sino porque Aramersa, la sociedad salpicada por la narcotrama, fue representada legalmente en el pasado por el propio accionista de referencia de la empresa de bebidas alcohólicas y Daniel, su hermano.
Fachada del nuevo macrolocal de Moritz en el Eixample, en Rambla Cataluña con calle Valencia / CG
La firma de restauración se sitúa en el área de influencia de Moritz, con vínculos, aunque oficialmente la marca ha subrayado en varias ocasiones que “no tiene nada que ver” con el procedimiento.
Sea como fuere, el caso también ha ganado altura mediática por el patrimonio de los investigados. Joaquina Laguna es dueña de los bares Ocaña, La Principal y El Roure en Barcelona; y El Plata en Zaragoza, un icónico cabaré que dirigió el cineasta Bigas Luna. Asimismo, tiene participaciones hoteleras fuera de España y un negocio farmacéutico. Su hijo, Adrián, será el coheredero de todo ello, además de los títulos de su padre en Moritz. Lo compartirá con su hermano, que no estaba implicado en el escándalo.